K-12
5 Ways to Win Over Picky Eaters
8/1/2025
Did you know that 1 in 5 children is a picky or selective eater?1
If you work in K-12 dining, that is no surprise. In fact, that stat may even feel low to you, as you see students selecting the same “safe” foods day after day. It’s the reason why so many children’s menus look almost identical: chicken tenders or nuggets, pasta, pizza, apple slices, milk.
But navigating these limited preferences can be difficult when you are trying to offer a well-rounded meal, introduce students to new foods, and showcase to parents and guardians that their child is experiencing a range of options. In fact, picky eating has been shown to cause stress in both children and caregivers. For kids, fear of new tastes and textures can lead to anxiety at mealtime, while power struggles with parents (“you have to clean your plate”) can lead to even more tension. Meanwhile, parents and guardians report their own anxiety—they feel inadequate, guilty, and are often bombarded with unsolicited advice.1
And parents can add their own stress to K-12 operators, requesting particular foods or cuisines. When households were asked what they wanted most from K-12 dining, the top option was more innovative and unique options, with 37% saying they are more likely to buy them and over a quarter (26%) saying they would even pay more for them.2
So how do you reach those picky eaters with a more diverse range of foods? Consider these five thought-starters that can make a wider array of foods more appealing to even the pickiest eaters:
1. Comienza con lo conocido<\/p>
En esencia, la alimentación exigente a menudo está arraigada en la sensibilidad sensorial y un simple miedo a lo desconocido. El mundo puede ser abrumador para los niños, donde cada nueva experiencia representa, en cierto modo, un desafío. Por eso, cuando se trata de alimentos, facilita que los niños superen ese miedo. Puedes lograrlo comenzando con alimentos e ingredientes conocidos que les gusten, e incorporando poco a poco nuevos sabores, aderezos, salsas y coberturas que los animen a salir de su zona de confort. Sea lo que sea que presentes, asegúrate de hacerlo gradualmente, no satures a los estudiantes con demasiados cambios y opciones al mismo tiempo.<\/p>
2. Incorpora la opinión de los estudiantes y su poder de elección<\/p>
Incorporar la opinión de los estudiantes es clave para lograr aceptación en prácticamente cualquier decisión relacionada con el foodservice. Esto es especialmente cierto cuando se trata de presentar nuevos alimentos y sabores a los estudiantes. Obligar a los comensales exigentes a probar nuevas opciones puede ser contraproducente, ya que aumenta su ansiedad y el temor general hacia los alimentos desconocidos. En lugar de eso, involucra a los estudiantes en la toma de decisiones para que sientan que tienen voz sobre lo que se les ofrece. Las encuestas estudiantiles, las pruebas de sabor y los tableros de votación en la cafetería son métodos comprobados para obtener comentarios y lograr aceptación entre los estudiantes. Por supuesto, también puedes ofrecer elecciones pequeñas pero significativas dentro de una misma comida o en una opción específica. Deja que los estudiantes elijan entre dos salsas para remojar, coberturas o formas; así les das el control y los motivas a probar algo nuevo.<\/p>
3. Hazlo divertido y visual<\/p>
Comemos con los ojos sin importar la edad, pero esto es especialmente cierto en los niños, quienes disfrutan los colores, las formas divertidas y todo lo que haga que la comida sea más entretenida y emocionante. A veces, lo único que anima a un comensal exigente a probar algo nuevo es que tiene forma divertida de dinosaurio o animal, o es tan colorido que no puede evitar querer tomarlo. Numerosos estudios también han demostrado que asignar nombres creativos a los alimentos puede hacer que resulten más atractivos para los estudiantes. Cuando los “tater tots” se transforman en “Gemas galácticas”, se acompañan con un dúo de salsas internacionales y se sirven en una bandeja colorida, resultan mucho más atractivas.<\/p>
4. Confía en los datos<\/p>
Cada escuela es distinta: las características demográficas, el perfil estudiantil y los programas educativos influyen en las preferencias alimentarias de los alumnos. Confía en los datos para identificar lo que funciona y lo que no, y ajusta la estrategia en consecuencia. Al hacer un seguimiento de las tasas de participación y el desperdicio de comida, podrás identificar qué alimentos innovadores generan mayor aceptación entre los estudiantes, lo que permite potenciar esas opciones y ajustar o retirar aquellas que no tienen el mismo impacto. Es fácil dejarse llevar por suposiciones sobre lo que prefieren los estudiantes, pero los gustos alimentarios están cambiando rápidamente, muchos niños hoy crecen comiendo sushi, por eso es importante ajustar el menú según los datos concretos como los comentarios y el desempeño, no solo por intuición. Y cuando algo funcione, celébralo. Resalta esas historias de éxito entre escuelas y distritos para que otros también puedan aprender de ellas.<\/p>
5. Lanza la “Semana del poder de los comensales exigentes”<\/p>
Ser un comensal exigente no tiene nada de malo, solo significa que el estudiante vive la experiencia alimentaria de otra forma y quizás necesita un poco más de información antes de decidir. Celebra esa toma de decisiones reflexiva con una “Semana del poder de los comensales exigentes”, donde los más quisquillosos eligen qué va en el menú. Comienza con algo familiar: las papas, el arroz y las proteínas apanadas son favoritas entre los estudiantes y te permiten personalizarlas con sabores e ingredientes más atrevidos, sin que pierdan ese toque seguro y conocido. Simplot Tri-Taters® o Tater Gems® y Good Grains™ Vegetable Fried Rice o RTE Southwest Style Fiesta Blend son bases muy tentadoras para crear tazones personalizados con proteínas y sabores únicos. Deja que los estudiantes voten por sus coberturas favoritas o crea opciones prearmadas y que elijan su bandeja preferida (¡dale a cada una un nombre emocionante!). Convierte todo en un evento divertido que llame la atención: usa carteles coloridos, organiza pruebas de sabor lideradas por estudiantes para recibir comentarios y destaca las opciones ganadoras para atraer tanto a los comensales exigentes como a los más curiosos.<\/p>
Lo más importante es que los estudiantes se diviertan y no se estresen con la comida. Ofrecer una variedad de alimentos es importante, pero asegurarse de que los estudiantes vivan una experiencia positiva con la comida lo es aún más.<\/p>
1 El desgaste emocional de ser exigente con la comida
2 Datassential K-12 Segment Guide (Guía para el segmento K-12 de Datassential), 2024<\/p>
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